Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) es causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2)1,2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fue notificada por primera vez de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, a partir de múltiples casos de neumonía viral en Wuhan, China. El 11 de marzo de 2020, la OMS declaró el brote de esta enfermedad como pandemia y hasta el 5 de mayo de 2023 decretó el final de la emergencia sanitaria; hasta ese momento en el mundo hubo 764,738,959 casos confirmados y 6,928,854 muertes1,2.
En México, de acuerdo con los datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología del gobierno de México, se reportaron 7,000,987 casos confirmados y 334,088 defunciones hasta el 5 de mayo de 20233, con un profundo impacto en la sociedad, la economía y la salud pública del país4.
Natalidad
En 2020 se registraron 1,755,239 nacimientos en todo el país, en comparación con 1,892,086 para el año 2019. Esto representa una disminución porcentual del 7% conforme a la observado en 2019, llamando la atención sobre los posibles efectos que tuvo la pandemia debida al SARS-CoV-2 en la natalidad. Sin embargo, es necesario esperar un periodo mayor para tener todos los datos a nivel población, pues una parte de los nacimientos se registran en años posteriores a la ocurrencia5.
Salud neonatal
La salud neonatal se relaciona con el bienestar de los recién nacidos durante los primeros días, semanas y meses de vida. Puede abordar aspectos como la mortalidad neonatal, la prematuridad, el peso al nacer y las complicaciones médicas en recién nacidos6.
En un estudio realizado sobre pacientes del Hospital General de México en el periodo de 1995 a 2001 se observaron 57,431 nacimientos, de los cuales 2,409 fueron prematuros (4.1%) y 1,621 (2.8%) terminaron ingresando a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Fallecieron 758 pacientes, lo que representa una mortalidad neonatal del 1.3%. La mayor mortalidad se observó en pacientes con un peso menor a 1,000 gramos6.
Las patologías maternas que se vieron en mayor medida asociadas a la prematuridad fueron de carácter infeccioso, motivo por el cual resulta interesante estudiar los efectos de la enfermedad causada por el SARS-COV-2 en la salud neonatal6.
La pandemia de COVID-19 ha tenido efectos amplios y complejos en la salud y el bienestar de las poblaciones en todo el mundo. Uno de los aspectos menos comprendidos de esta crisis de salud es su influencia en la natalidad y la salud neonatal. Varios estudios han tratado este tema en diferentes países y regiones, con resultados que varían en función de los factores socioeconómicos, culturales y de salud pública específicos.
En estudios realizados en países de altos ingresos se ha observado una disminución significativa en el número de nacimientos durante el primer año de la pandemia7,8. Además, en algunas regiones se han documentado cambios en las tasas de nacimientos prematuros asociados a las medidas de mitigación implementadas durante la pandemia9,10.
En México, estudios como el de Silverio-Murillo et al.11, han reportado una disminución en el número de nacimientos durante la pandemia, mientras que en Yucatán, México, se han evaluado los efectos locales de la pandemia en el número de nacimientos12. Estos resultados demuestran la importancia de estudiar el efecto de la pandemia en la natalidad en diferentes contextos y hospitales dentro del país.
A lo largo de la historia, se ha visto que durante los brotes y epidemias por agentes infecciosos o en desastres naturales que dejan un sinnúmero de muertes a su paso, la tasa de natalidad de los lugares afectados sufre un descenso brusco, seguido por un aumento gradual y una ola de nacimientos subsecuente. En esta pandemia producida por el SARS-CoV-2, la presencia de este patrón no debe ser la excepción.
Este estudio tiene como objetivo abordar el impacto de la pandemia en la natalidad y en la salud neonatal del Hospital Español de México, un hospital privado de tercer nivel en la Ciudad de México. Por medio de un análisis detallado de las tendencias de nacimientos y desenlaces perinatales se espera obtener una mejor comprensión de los efectos de la pandemia en la salud reproductiva y neonatal en este entorno específico.
Material y métodos
Se realizó un estudio clínico observacional, descriptivo, longitudinal retrospectivo y retrolectivo, seleccionando como marco poblacional neonatos nacidos y registrados en el Hospital Español de México en el periodo marzo de 2019 a febrero de 2022.
Los nacimientos registrados se distribuyeron por grupos, de acuerdo con los periodos de la pandemia de la siguiente manera:
- − Periodo prepandemia: del 1 de marzo de 2019 al 15 de febrero de 2020 (n = 1,782).
- − 1.a ola de COVID-19: del 16 de febrero al 27 de septiembre de 2020, correspondiente a las semanas epidemiológicas 08-39 (n = 1,102).
- − 2.a ola de COVID-19: del 28 de septiembre de 2020 al 5 de junio de 2021, correspondiente a las semanas epidemiológicas 40-22 (n = 919).
- − 3.a ola de COVID-19: del 6 de junio al 18 de diciembre de 2021, correspondiente a las semanas epidemiológicas 23-50 (n = 778).
- − 4.a ola de COVID-19: del 19 de diciembre de 2021 al 28 de febrero de 2022, correspondiente a las semanas epidemiológicas 51-08 (n = 286).
Todo el procesamiento y análisis de los datos se realizó mediante el software estadístico SPSS (versión 25.0).
Se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov para las variables cuantitativas: edad gestacional, peso al nacer y edad de la madre.
Dado que no se cumplen los supuestos de normalidad, se empleó la prueba de Kruskal-Wallis para determinar si existe una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos en relación con las variables numéricas. Posteriormente, se utilizó la prueba post hoc de Bonferroni para identificar las diferencias entre grupos individuales.
Resultados
Durante el periodo del 1 de marzo de 2019 al 28 de febrero de 2022 se registraron 4,866 nacimientos en el hospital, de los cuales el 51.2% (n = 2,491) corresponden al sexo masculino. El 74.9% (n = 3,647) se obtuvieron mediante cesárea. De los casos analizados, el 95.4% correspondió a productos de embarazo único, el 4.5% a embarazos gemelares y solo el 0.1% a embarazos múltiples mayores de dos productos.
En cuanto a la edad materna, la mediana fue de 34.43 años (15-53). La distribución de las edades maternas fue la siguiente: 12 (0.2%) madres menores de 20 años, 660 (13.6%) entre 20 y 29 años, 3,562 (73.2%) entre 30 y 39 años, 629 (12.9%) entre 40 y 49 años, y 3 (0.3%) mayores de 50 años. Aproximadamente, el 50.4% (2,454) correspondió a madres con edad materna avanzada.
Respecto a la edad gestacional, la mediana fue de 37.6 semanas (24.1-42.4). Se clasificaron 906 (18.6%) recién nacidos como prematuros, de los cuales se distribuyeron en prematuro extremo 17 (0.3%), muy prematuro 70 (1.4%), prematuro moderado 121 (2.5%), pretérmino tardío 698 (14.3%), mientras que 3,957 (81.3%) recién nacidos fueron de término y solo 3 (0.1%) postérmino.
En cuanto al peso al nacimiento, la media fue de 2,861 gramos (590-4,870). Los recién nacidos se distribuyeron de la siguiente manera: 21 (0.4%) con extremadamente bajo peso, 86 (1.8%) con muy bajo peso, 848 (17.4%) con bajo peso, 3,880 (79.7%) con peso adecuado para la edad y 31 (0.6%) con peso grande para la edad gestacional.
Durante los 36 meses de análisis, 666 (13.7%) de los recién nacidos fueron ingresados en la UCIN.
Se realizó un análisis bivariado de las variables estudiadas comparándolas de acuerdo con el periodo en que ocurrieron los nacimientos (Fig. 1).

Figura 1. Nacimientos del Hospital Español de México antes y durante la pandemia de COVID-19.
En cuanto al sexo, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las diferentes etapas analizadas (p = 0.738). Sin embargo, se observaron diferencias significativas en la vía de nacimiento a favor de la cesárea (p < 0.000).
Respecto al análisis de la edad materna, al considerar la edad materna como variable numérica, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos (p = 0.004). No obstante, al categorizar las edades maternas, estas diferencias no fueron corroboradas (p = 0.067). Del mismo modo, no se encontraron diferencias significativas en cuanto al número de nacimientos en mujeres de edad materna avanzada (p = 0.304) (Tabla 1).
Tabla 1. Estadística descriptiva de los embarazos y nacimientos del Hospital Español de México antes y durante la pandemia de COVID-19
Variable | Total n = 4,866 | Prepandemia n = 1,782 | 1.ª ola n = 1,102 | 2.ª ola n = 919 | 3.ª ola n = 778 | 4.ª ola n = 286 | p |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Sexo | |||||||
Masculino | 2,491 (51.2%) | 926 | 560 | 478 | 381 | 144 | 0.738 |
Femenino | 2,375 (48.8%) | 856 | 542 | 441 | 395 | 141 | |
Vía de nacimiento | |||||||
Parto | 1,219 (25.1%) | 406 | 325 | 226 | 204 | 58 | < 0.000 |
Cesárea | 3,647 (74.9%) | 1376 | 777 | 693 | 574 | 227 | |
Edad materna | 34.4 (15-38) | 34.62 (15-51) | 33.94 (17-48) | 34.51 (19-53) | 34.46 (19-48)2 | 34.60 (18-52) | 0.004 |
< 20 años | 12 (0.2%) | 3 | 5 | 1 | 96 | 1 | 0.067 |
20-29 años | 660 (13.6%) | 226 | 182 | 116 | 594 | 40 | |
30-39 años | 3562 (73.2%) | 1292 | 789 | 684 | 86 | 203 | |
40-49 años | 629 (12.9%) | 260 | 126 | 117 | 0 | 40 | |
> 50 años | 3 (0.3%) | 1 | 0 | 1 | 1 | ||
Edad materna avanzada | |||||||
Sí | 2454 (50.4%) | 923 | 529 | 473 | 383 | 146 | 0.304 |
No | 2412 (49.6%) | 859 | 573 | 446 | 395 | 139 | |
Edad gestacional | 37.6 (24.1-42.4) | 37.6 (25.0-41.6) | 38.0 (25.29-42.57) | 37.7 (24.1-42.0) | 37.7 (24.4-41.5) | 37.7 (31.0-41.0) | < 0.000 |
Prematuros extremos | 17 (0.3%) | 13 | 1 | 2 | 1 | 0 | < 0.000 |
Muy prematuro | 70 (1.4%) | 36 | 9 | 17 | 5 | 3 | |
Prematuro moderado | 121 (2.5%) | 42 | 30 | 22 | 17 | 10 | |
Pretérmino tardío | 698 (14.3%) | 255 | 121 | 126 | 149 | 47 | |
Término | 3957 (81.3%) | 1436 | 939 | 751 | 606 | 225 | |
Postérmino | 3 (0.1%) | 0 | 2 | 1 | 0 | 0 | |
Peso al nacimiento | 2,861 (590-4,870) | 2,857.72 (650-4,870) | 2,882.72 | 2,860.42 (700-4,310) | 2,861.47 | 2,813 | 0.368 |
Extrenadamente bajo | 21 (0.4%) | 14 | (750-4,215) | (590-4,165) | (590-4,870) | 0.067 | |
Muy bajo peso | 86 (1.8%) | 39 | 2 | 4 | 1 | 0 | |
Peso bajo | 848 (17.4%) | 303 | 13 | 18 | 12 | 4 | |
Peso adecuado | 3880 (79.7%) | 1411 | 179 | 149 | 152 | 65 | |
Grande | 31 (0.6%) | 15 | 903 | 742 | 609 | 215 | |
5 | 6 | 4 | 1 | ||||
Ingreso a UCIN | |||||||
Sí | 666 (13.7%) | 250 | 129 | 128 | 116 | 43 | 0.254 |
No | 4200 (86.3%) | 1532 | 973 | 791 | 662 | 242 |
UCIN: unidad de cuidados intensivos neonatales.
En cuanto a la edad gestacional, se encontraron diferencias significativas en los diferentes grupos (p < 0.000), tanto cuando se consideró la variable como numérica, como cuando se categorizó. Sin embargo, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al peso al nacimiento en las diferentes olas, ya sea al considerarlo como variable numérica (p = 0.368) o al categorizarlo en grupos (p = 0.067). Tampoco hubo diferencias significativas en el número de pacientes que ingresaron a la UCIN (p = 0.254) (Tabla 1).
Para analizar la variabilidad de los nacimientos, se comparó la mediana de nacimientos por semana durante los diferentes periodos. La mediana de nacimientos por semana durante el periodo prepandemia fue de 35.62, mientras que durante la pandemia se registraron 34.43, 25.58, 27.82 y 28.4 nacimientos por semana para la primera, segunda, tercera y cuarta ola, respectivamente. Al realizar el análisis, se encontró que sí hay diferencia significativa de los nacimientos entre los diferentes periodos (p < 0.000). El análisis post hoc demostró una disminución significativa del promedio de nacimientos en la segunda y tercera ola.
Discusión
Los hallazgos obtenidos en este estudio revelan que la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto en la natalidad en el Hospital Español de México. Durante el periodo analizado, se registró una disminución en el número de nacimientos semanales en comparación con el periodo prepandemia. Estos resultados son consistentes con investigaciones previas que han reportado reducciones en la tasa de nacimientos durante la pandemia en países de economías altas7,8,13.
Cabe destacar que, durante la pandemia, se observó un aumento en el porcentaje de nacimientos por cesárea. Esta tendencia podría estar relacionada con los protocolos de atención médica implementados al inicio de la pandemia, por falta de evidencia científica sobre la posibilidad de transmisión del virus dependiendo de la vía de parto. Lo anterior podría haber influido en las decisiones de las madres y los profesionales de la salud en cuanto a la elección de la vía de nacimiento14. A partir de mediados del año 2020, las indicaciones para realizar una cesárea se centraron en criterios obstétricos o situación clínica de la madre, excluyendo el potencial riesgo de transmisión vertical como factor determinante15. Se requiere una investigación adicional para comprender completamente los factores que contribuyeron al aumento de partos por cesárea.
Respecto a la edad materna, encontramos que aproximadamente la mitad de los nacimientos correspondieron a madres con edad materna avanzada. Esto es relevante, ya que la edad materna avanzada puede asociarse con un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo y el parto16. Por lo tanto, debemos considerar que esto podría favorecer a un posible sesgo de los resultados por edad materna avanzada y desenlace perinatal adverso.
En cuanto a la salud neonatal, nuestros resultados indican que hubo diferencias significativas en la edad gestacional al nacimiento durante las diferentes olas de COVID-19. Específicamente, se observó una disminución en la edad gestacional promedio en algunos periodos, lo que demuestra un aumento en los partos prematuros durante la pandemia. La ansiedad y depresión experimentados por las madres durante la crisis sanitaria podrían haber sido factores contribuyentes a esta tendencia, ya que se ha demostrado que los niveles de ansiedad en las mujeres embarazas aumentaron significativamente9. Principalmente por miedo a ser pacientes de riesgo ante una posible infección, a la transmisión vertical del virus y a las consecuencias neonatales en el caso de infección, entre otros17.
Por otro lado, no se encontraron diferencias significativas en cuanto al peso al nacimiento en las diferentes olas de COVID-19. Esto sugiere que la pandemia no tuvo un impacto significativo en el peso al nacer de los recién nacidos en el Hospital Español de México. En contraste, un estudio realizado en India durante la pandemia18 demostró un aumento significativo en el peso bajo al nacer asociado a infección materna por SARS-CoV-2, lo que justificaría nuestro hallazgo, probablemente por la baja incidencia (0.9%) de contagio en las pacientes embarazas estudiadas.
Es importante mencionar algunas limitaciones de nuestro estudio. Primero, los datos se recopilaron de un solo hospital en la Ciudad de México, lo que podría limitar la generalización de los resultados a otros contextos y regiones. Segundo, no se consideraron factores individuales y sociales que podrían haber influido en las decisiones reproductivas y en los resultados neonatales durante la pandemia. Por lo tanto, futuras investigaciones deberían abordar estas limitaciones para obtener una visión más completa del impacto de la pandemia en la natalidad y en la salud neonatal.
En resumen, nuestros resultados indican que la pandemia debida al SARS-CoV-2 tuvo un efecto significativo en la natalidad y en la salud neonatal en el Hospital Español de México. Se observó una disminución en el número de nacimientos y cambios en la vía de nacimiento y en la edad gestacional durante diferentes periodos de la pandemia. Estos hallazgos resaltan la importancia de considerar los efectos de las crisis sanitarias en la atención materno-infantil y pueden guiar futuras estrategias para enfrentar emergencias similares19. Se requiere una investigación continua y en profundidad para comprender completamente las implicaciones de la pandemia en la salud de las madres y los recién nacidos.
Conclusión
La pandemia de COVID-19 impactó significativamente la natalidad y la salud neonatal en el Hospital Español de México, con una notable disminución en los nacimientos durante la segunda y tercera ola de la pandemia. Asimismo, se observaron cambios importantes, como un aumento en las cesáreas y variaciones en la edad gestacional de los recién nacidos. Estos hallazgos resaltan la necesidad de investigar el impacto de las crisis sanitarias en la salud materno-infantil, con implicaciones importantes para futuras políticas y estrategias de atención en emergencias de salud.
Financiamiento
Los autores declaran no haber recibido financiamiento para este estudio.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Consideraciones éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad, consentimiento informado y aprobación ética. El estudio no involucra datos personales de pacientes ni requiere aprobación ética. No se aplican las guías SAGER. Los datos fueron recolectados de registros proporcionados en la Unidad de Maternidad del Hospital Español, así como del expediente electrónico del Sistema de Información Hospitalario (His) Florence. La información recolectada se almacenó en un archivo de Microsoft Excel y de SPSS para la realización del análisis estadístico.
Declaración sobre el uso de inteligencia artificial. Los autores declaran que no utilizaron ningún tipo de inteligencia artificial generativa para la redacción de este manuscrito.