Equipos de alto rendimiento en entornos de simulación

Equipos de alto rendimiento en entornos de simulación

Ariana Cerón-Apipilhuasco 1 , Jorge Loría-Castellanos 2 , Thalía L. Luna-Jiménez 1 , José A. Peñúri-Domínguez 1 , Andrea González-Flores 1 , Rodrigo Terreros-Rivera 1 , Montserrat Ocampo-Murguía 1 , Andrés Gómez-Ruiz 1 , Ana P. Sagarra-Contreras 1 , Alfredo Mendoza-Ramírez 1

1 Centro Anáhuac de Simulación Clínica, Universidad Anáhuac México, Ciudad de México, México; 2 Coordinación de Proyectos Especiales en Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México, México

*Correspondencia: Ana P. Sagarra-Contreras, Email no disponible

Fecha de recepción: 28-01-2025

Fecha de aceptación: 31-01-2025

DOI: 10.24875/AMH.M25000097

Disponible en internet: 04-04-2025

An Med ABC. 2025;70(1):20-24

Resumen

Antecedentes: Los equipos de alto rendimiento y la simulación médica han surgido como herramientas fundamentales para optimizar la atención sanitaria y reducir el error médico, una de las principales causas de morbimortalidad a nivel global.

Objetivo: Analizar el impacto de los equipos de alto rendimiento en la mejora de la atención médica, destacando el papel de la simulación en la adquisición de competencias técnicas y no técnicas que favorecen el trabajo colaborativo y la toma de decisiones críticas.

Material y métodos: Se realizó una revisión de literatura en bases de datos médicas internacionales, como PubMed, utilizando términos MeSH como “simulation team training”. Se incluyeron estudios que abordaran la relación entre la simulación médica, el desarrollo de habilidades en equipos multidisciplinarios y su impacto en la atención clínica.

Resultados: La evidencia revisada mostró una reducción significativa en errores críticos y una mejor coordinación en los equipos clínicos tras el entrenamiento con simulación. Iniciativas en México, como el “Código Infarto” y el “Código Cerebro”, han demostrado mejoras en los tiempos de diagnóstico y tratamiento, así como una disminución en la morbimortalidad asociada a eventos cardiovasculares y cerebrovasculares.

Conclusiones: La simulación médica, al facilitar el entrenamiento de habilidades técnicas y no técnicas, ha demostrado ser una estrategia eficaz para formar equipos de alto rendimiento. Su implementación sostenida y la estandarización de protocolos podrían optimizar aún más los resultados en la atención sanitaria, garantizando una mayor seguridad para los pacientes.

Palabras clave:  Simulación. Equipos de alto rendimiento. Entrenamiento multidisciplinario. Atención médica.

Contenido

Id previo:  120

Introducción

El campo de la salud está en constante innovación y evolución, buscando mejorar tanto la calidad de vida como los servicios de atención médica. Esto requiere profesionales altamente capacitados que enfrenten los desafíos médicos con competencias técnicas y éticas. Durante la formación médica, el principio de primum non nocere (primero, no hacer daño) y el juramento hipocrático subrayan la importancia de evitar daños en la atención clínica. Sin embargo los errores médicos siguen siendo una causa importante de morbimortalidad a nivel global, siendo la tercera causa de muerte en EE.UU., con aproximadamente 251,000 muertes anuales atribuidas a estos errores en 20161.

El error médico se define como un acto no intencionado que puede incluir fallas en el sistema hospitalario, problemas de comunicación, errores en la planificación o ejecución del manejo terapéutico, deficiencias en la capacitación médica y errores en la prescripción de medicamentos, entre otros factores2. A pesar de la gravedad del error médico, en países como México los registros de estos eventos son limitados, ya que la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), herramienta estadística usada para codificar diagnósticos, causas de muerte y otros problemas de salud3, no incluye un código específico para clasificar el «error médico». Esta falta de categorización evidencia la necesidad urgente de abordar el tema abiertamente para reducir su frecuencia.

Para reducir la incidencia de errores médicos, se ha propuesto el uso de la simulación médica y el entrenamiento de equipos de alto rendimiento. La simulación es una metodología que recrea procesos clínicos en un entorno controlado con fines educativos, y facilita el aprendizaje práctico y la adquisición de destrezas clínicas por medio de la práctica intencionada, lo que la diferencia del aprendizaje tradicional4.

La simulación se ha consolidado como una herramienta esencial en la formación médica, ya que permite a estudiantes y profesionales perfeccionar habilidades, practicar procedimientos, tomar decisiones críticas y enfrentar escenarios complejos en un entorno seguro, sin riesgo para los pacientes. A diferencia de los métodos tradicionales, como el modelo Flexner5, que prioriza el conocimiento teórico con experiencia práctica limitada, la simulación ofrece un enfoque interactivo e inmersivo que conecta el aprendizaje teórico del aula con la práctica clínica real4.

Para reducir el error médico es crucial brindar una atención médica multidisciplinaria que fomente el trabajo en equipo. La simulación médica ha demostrado ser una herramienta eficaz para formar equipos de alto rendimiento, permitiendo la práctica en una amplia variedad de escenarios clínicos, desde procedimientos rutinarios hasta emergencias complejas. Este enfoque incluye sesiones de debriefing posteriores, en las que se intercambian ideas, se recibe retroalimentación y se genera aprendizaje, todo sin riesgo para los pacientes reales6. Este método no solo mejora las habilidades técnicas, sino que también promueve el desarrollo del pensamiento crítico, la estructuración del trabajo en equipo y las competencias de comunicación, elementos esenciales para una atención clínica efectiva.

Los equipos de alto rendimiento destacan en la atención sanitaria, ya que combinan diversas habilidades, conocimientos y experiencia para enfrentar los complejos retos del cuidado del paciente. Estos equipos, caracterizados por una coordinación y comunicación eficientes, permiten diagnósticos más precisos y planes de tratamiento más efectivos, mejorando la seguridad del paciente. Además, el liderazgo compartido y la distribución equitativa de responsabilidades promueven una atención integral y coordinada. La investigación ha demostrado que el trabajo en equipo y la colaboración en entornos de atención sanitaria reducen significativamente los errores médicos y mejoran los resultados de los pacientes7. Estos equipos están mejor preparados para gestionar situaciones clínicas complejas, responder a emergencias y adaptarse a entornos dinámicos, lo cual es vital en el campo de la medicina8.

El entrenamiento de equipos de alto rendimiento mediante simulación médica se ha consolidado como una innovadora estrategia educativa que optimiza la preparación y respuesta de los profesionales de la salud. Al fomentar la práctica en entornos controlados, la simulación no solo mejora la capacidad para gestionar situaciones críticas con mayor confianza, sino que también eleva los estándares de calidad en la atención al paciente y disminuye la incidencia de errores médicos, resultando en una atención más segura y eficaz9. El análisis de estas estrategias a nivel nacional e internacional es esencial para identificar prácticas efectivas que contribuyan a reducir los errores médicos y mejorar los resultados clínicos, haciendo frente a los desafíos de la medicina moderna.

El objetivo de este artículo es analizar el impacto de los equipos de alto rendimiento en la mejora de los resultados de atención médica, tanto a nivel nacional como internacional. Se destaca la relevancia de la simulación médica y del entrenamiento multidisciplinario en la reducción de errores médicos y en el aumento de la calidad de la atención al paciente, con el fin de identificar prácticas efectivas que contribuyan a una atención más segura y eficiente.

Material y métodos

Con el fin de cumplir el objetivo general y los objetivos específicos de este estudio se realizó una investigación de la literatura científica internacional relacionada con innovaciones didácticas de enseñanza, simulación médica, el impacto dentro de la formación de médicos y los beneficios que esta tiene con respecto a la atención de pacientes. Se buscó en bases de datos médicas, revistas especializadas y publicaciones internacionales; los términos de búsqueda empleados fueron MeSH en PubMed, incluyendo “simulation team training”. Los estudios y revisiones fueron seleccionadas con base en la efectividad de la simulación en la educación médica, las ventajas de formar equipos de alto rendimiento y el impacto de estos dentro de la educación médica.

Resultados

La simulación clínica se ha consolidado como una oportunidad única de entrenamiento dinámico, al permitir la recreación de situaciones de la vida real en un entorno controlado y seguro. Este enfoque no solo facilita la adquisición de habilidades técnicas y conocimientos, sino que también promueve el desarrollo de actitudes y comportamientos esenciales para la práctica clínica efectiva10. Gracias a su capacidad para replicar experiencias complejas, la simulación es una herramienta valiosa para mejorar el aprendizaje en equipo, ya que permite a los participantes enfrentar desafíos que son difíciles de abordar en escenarios clínicos reales.

El éxito en estos entornos clínicos no solo depende de las habilidades individuales, sino también de la capacidad de los profesionales para trabajar de manera cohesionada. La atención segura y de calidad requiere la colaboración eficiente de equipos multidisciplinarios de alto rendimiento11, un aspecto que la simulación ayuda a reforzar y evaluar. Tradicionalmente, la capacitación profesional se ha centrado en habilidades técnicas individuales. Sin embargo la importancia de las habilidades no técnicas, como la comunicación, liderazgo, anticipación, planificación, gestión de la atención y distribución de la carga de trabajo ha sido reconocida como fundamental para un trabajo en equipo efectivo12,13.

En años recientes, el enfoque en el entrenamiento del trabajo en equipo ha ganado terreno con el fin de mejorar la seguridad del paciente14 y permitir el desarrollo de habilidades no técnicas. Este enfoque ha impulsado a investigar cómo el entrenamiento bajo simulación ha contribuido a la formación de equipos de alto rendimiento, lo que se ha reflejado en la literatura internacional. Un ejemplo destacado es la revisión sistemática realizada por Murphy, Curtis y McCloughen15, cuyo objetivo fue determinar si el entrenamiento en simulación mejora el desempeño de los equipos multidisciplinarios en situaciones de emergencia y cómo un mejor trabajo en equipo se traduce en una mayor eficiencia en la atención al paciente15. En esta revisión se encontró que en 8 de los 11 estudios analizados los equipos de reanimación mostraron mejoras significativas en su desempeño tras el entrenamiento simulado en equipo.

El entrenamiento mediante simulación mejoró significativamente los tiempos de respuesta. Los equipos reconocieron rápidamente eventos críticos e implementaron acciones para manejar situaciones que amenazaban la vida. Esta toma de decisiones ágil potenció la coordinación entre equipos multidisciplinarios y optimizó la adherencia a las mejores prácticas, lo que resultó en una atención más segura para los pacientes16. Además, el entrenamiento simulado se demostró como un método eficaz para fortalecer las habilidades de liderazgo y aumentar la confianza entre los líderes del equipo durante situaciones de crisis17. Los participantes reportaron sentirse mejor preparados para liderar emergencias y manifestaron una mayor confianza para gestionar futuros eventos de reanimación, de acuerdo con lo evaluado en un seguimiento realizado a los tres meses. Las mejoras significativas observadas en estudios con visitas repetidas sugieren que la reexposición a la simulación refuerza las competencias adquiridas15.

Debido a la importancia de los algoritmos de reanimación cardiopulmonar, esta ha sido el área de mayor investigación. Dichas investigaciones han demostrado que el trabajo en equipo y la capacitación en liderazgo mejoran el desempeño de los participantes durante su práctica, además de mejorar los resultados18. Asimismo, existen otras áreas de la práctica clínica donde se han observado los beneficios de la capacitación de equipos mediante simulación. Por ejemplo, un equipo quirúrgico de la marina de los EE.UU. llevó a cabo un curso de trauma que enfatizaba el trabajo en equipo y la comunicación durante situaciones intensas, como oleadas masivas de múltiples víctimas con lesiones graves en múltiples sistemas, heridas penetrantes, contusas y quemaduras19. Los resultados de este entrenamiento mostraron una mejora notable en el desempeño de los equipos evaluados. Tras el curso de simulación, los equipos redujeron su tiempo medio de atención médica en casi un 50%19. Inicialmente, se pasaban por alto más de cinco eventos críticos, cifra que disminuyó a un promedio de solo un error crítico al finalizar el curso. Además, subjetivamente, el curso también aumentó de forma significativa la confianza de los participantes, con la mayoría expresando una mayor seguridad en su capacidad para manejar en equipo pacientes con traumatismos complejos19.

Aunque México adoptó la simulación clínica más tarde que otros países, también ha logrado avances significativos en la implementación de protocolos de entrenamiento para equipos de alto rendimiento. En los últimos años se han desarrollado algoritmos basados en la evidencia científica más reciente para tratar enfermedades clave, como los protocolos Código infarto, Código cerebro y Código mater, entre otros, diseñados para mejorar el pronóstico de los pacientes2022. Estos protocolos dependen del trabajo de equipos de alto rendimiento, y la simulación clínica permite practicar y perfeccionar las intervenciones antes de aplicarlas en pacientes.

El acceso a estos escenarios simulados se facilita en el Centro de Simulación para la Excelencia Clínica y Quirúrgica (CeSIECQ) del Centro Médico Nacional Siglo XXI, así como en las instalaciones abiertas posteriormente en Guadalajara, Jalisco, y Mérida, Yucatán. Estos centros fueron diseñados específicamente para optimizar los procesos de atención a la salud23 y han permitido la implementación de entrenamientos enfocados en mejorar la seguridad y calidad de la atención mediante simulaciones avanzadas.

El Código infarto, implementado en 2015 en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha logrado reducir significativamente los tiempos de diagnóstico y tratamiento, brindando atención oportuna en los primeros 10 minutos a pacientes con infarto agudo de miocardio20. En sus primeros años de operación, este protocolo ha beneficiado a más de 36,000 pacientes, con un aumento del 45% en los tratamientos para abrir arterias y una reducción notable en los tiempos de atención en salas de hemodinamia20. Además, las tasas de mortalidad han disminuido del 21.8% a un rango del 3.9 a 7.7%, lo que demuestra el impacto positivo del entrenamiento simulado en la mejora de los resultados clínicos20.

Tras el éxito del Código infarto en distintos centros hospitalarios de México, el Gobierno decidió implementar el Código cerebro, un algoritmo diseñado para el diagnóstico temprano y tratamiento oportuno de la enfermedad vascular cerebral (EVC). De acuerdo con cifras oficiales24, el Código cerebro se introdujo en julio de 2021 en unidades del IMSS, siendo el principal el Centro Médico Nacional La Raza. En octubre de 2022, poco más de un año después de su implementación, se reportó el diagnóstico de 1,926 casos de EVC, con una notable mejora en los tiempos de atención, diagnóstico y tratamiento, replicando el éxito del Código infarto. Hasta esa fecha, 4,136 médicos y 2,335 enfermeras habían sido capacitadas en equipos de alto rendimiento para aplicar este protocolo, lo que contribuye significativamente a la mejora en la atención de pacientes con EVC24.

Estos resultados demuestran que los equipos de alto rendimiento entrenados en simulación han tenido un impacto positivo en la atención médica alrededor del mundo, sin ser México la excepción. A medida que los algoritmos y los centros de simulación continúan desarrollándose, es probable que este enfoque contribuya a mejorar aún más los estándares de calidad y seguridad en la atención médica, consolidando a la simulación clínica como una herramienta clave para la reducción de errores y el aumento de la eficiencia en la atención sanitaria.

Conclusiones

Los resultados mostrados en este artículo subrayan la importancia de los equipos de alto rendimiento en la mejora de los resultados de atención médica. La simulación médica ha demostrado ser una herramienta eficaz para la educación, capacitación y aumento de confianza en los estudiantes y profesionales de la salud. La adquisición de habilidades técnicas y no técnicas, como la comunicación, gestión de la atención, intercambio de conocimientos y distribución de carga de trabajo contribuyen fuertemente a la reducción de errores médicos, fomentan un trabajo en equipo efectivo y fortalecen las habilidades de liderazgo, lo cual mejora el desempeño de los equipos multidisciplinarios y de alto rendimiento y esto no solo optimiza los procesos clínicos, sino que también promueve un ambiente de trabajo positivo que puede reducir el agotamiento y aumentar la satisfacción laboral.

En nuestro país, la implementación de códigos de actuación, como el Código cerebro y el Código infarto, ha mejorado los tiempos de diagnóstico y tratamiento. De igual forma, se ha visto una mejora en la coordinación entre equipos multidisciplinarios y la realización de mejores prácticas, lo cual ha impactado positivamente en la morbimortalidad. Sin embargo, aún hay áreas de oportunidad, como la necesidad de estandarizar la formación en simulación y mejorar la colaboración entre los profesionales de la salud. Se propone implementar programas de capacitación continua y repetida, ya que se ha visto que una reexposición a la simulación ayuda a reforzar las habilidades adquiridas. También se considera importante establecer protocolos claros para fortalecer el trabajo en equipo y contemplar la formación de equipos de alto rendimiento desde etapas tempranas en la educación, lo que no solo mejorará la seguridad y calidad de la atención al paciente, sino que también ayudará a crear un entorno más cohesionado y eficiente en la práctica clínica.

Financiamiento

Los autores declaran no haber recibido financiamiento para este estudio.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Consideraciones éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki. Los procedimientos fueron autorizados por el Comité de Ética de la institución.

Confidencialidad, consentimiento informado y aprobación ética. Los autores han seguido los protocolos de confidencialidad de su institución, han obtenido el consentimiento informado de los pacientes, y cuentan con la aprobación del Comité de Ética. Se han seguido las recomendaciones de las guías SAGER, según la naturaleza del estudio.

Declaración sobre el uso de inteligencia artificial. Los autores declaran que no utilizaron ningún tipo de inteligencia artificial generativa para la redacción de este manuscrito.

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