Introducción
Los coronavirus (CoV) son virus ARN envueltos que provocan principalmente infecciones de vías respiratorias e intestinales en animales y humanos. En las dos décadas pasadas se experimentaron brotes de infección por coronavirus, causando pandemias en el 2002-2003 por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) y en el 2011 por el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), encontrando que estos virus podían infectar incluso a humanos. El brote más reciente de coronavirus inició en diciembre del 2019 y es conocido como infección por SARS-CoV-2 o como enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)1. Las observaciones sugieren que la infección tiene en promedio un periodo de incubación de tres días (con un rango de 0-24 días). Dentro de los componentes de los coronavirus, la espiga (S) sobresale de la superficie del virus y tiene un papel importante en la penetración a células del huésped, mediante la unión al receptor y la fusión de membrana viral y celular2. En pacientes sintomáticos, las manifestaciones clínicas iniciales consisten en fiebre, tos, congestión nasal, fatiga, etc. Y puede progresar en un transcurso de dos a tres semanas a una forma grave caracterizada por disnea y síntomas torácicos graves correspondientes a neumonía en aproximadamente el 75% de los pacientes, confirmada por tomografía computarizada (TC) al ingreso hospitalario3.
Además de la dominante afección de las vías respiratorias, también se ha informado de diversas afectaciones en múltiples órganos, incluidos síntomas cardiovasculares, urológicos, músculo-esqueléticos y neurológicos4. La frecuencia de estas últimas se estimó en un 25% de pacientes hospitalizados por COVID-19. Muchos de ellos reportaron síntomas no específicos como mareo, cefalea y confusión, mientras que algunos tuvieron alteraciones de la consciencia, convulsiones y otras disfunciones nerviosas. Y en autopsias recientes se identificó el SARS-CoV-2 en las células endoteliales neurales y capilares del lóbulo frontal4, así como lesiones isquémicas e indicadores de inflamación neural, lesiones hemorrágicas en la corteza orbitofrontal, lóbulo temporal medial y el hipocampo, lesiones talámicas bilaterales y regiones subinsulares, así como pérdida significativa de sustancia gris en áreas con alta conectividad al sistema olfatorio; afectando principalmente al giro parahipocampal, corteza lateral orbitofrontal e ínsula, principalmente del hemisferio izquierdo5. Asimismo se han encontrado virus en el líquido cefalorraquídeo de pacientes vivos6.
En algunos pacientes, posterior a la infección por SARS-CoV-2 se ha observado una persistencia de síntomas mentales y psicológicos, que se conocen como COVID-largo o long-COVID, los cuales se desarrollan y persisten durante o después de una infección consistente con COVID-19, los cuales continúan por más de 12 semanas, y no se expliquen por un diagnóstico alternativo. Además de los síntomas respiratorios conocidos, también se ha reportado «niebla mental», pérdida de memoria, alteraciones del sueño, palpitaciones y dolor de garganta7. Estos efectos son a largo plazo y se presentan de manera sutil como discapacidad persistente en atención sostenida que se manifiestan como ser mentalmente lento, difuso o distraído, afectando la habilidad para pensar o concentrarse8.
El deterioro cognitivo producido por el SARS-CoV-2 se asocia con una menor función laboral y peor calidad de vida de las personas afectadas. Se puede especular que una COVID-19 más grave es un factor de riesgo para el síndrome de COVID largo (incluyendo la «niebla mental») por las siguientes posibilidades: a) hay una respuesta inmunitaria mayor, así como tormenta de citocinas, y consecuentemente mayor daño orgánico; b) la COVID grave se trata usualmente de manera más agresiva, por lo que se asocia a mayor daño iatrogénico con secuelas más duraderas, y c) secundario a una infección con síndrome respiratorio agudo asociado a coronavirus es posible presentar alteraciones en el funcionamiento cerebral, especialmente en regiones asociadas con la cognición.
Hay diversos padecimientos neurológicos que se manifiestan con alteraciones en la cognición, atención y memoria, y otros en los que los déficits en el procesamiento neural de la información auditiva en el sistema nervioso central no se deben a alteraciones de la cognición de orden superior, como es el trastorno del procesamiento auditivo central (TPAC), pero que sí presentan un pobre desempeño en pruebas psicoeducativas de habla y lenguaje. Debido a que se ha sugerido que el SARS-CoV-2 tiene propiedades neuroinvasivas, que pueden causar alteraciones en sistema nervioso central, afectando funciones mentales superiores y conduciendo a problemas de memoria y problemas neurocognitivos, se han realizado estudios dirigidos a la evaluación de la inteligibilidad del habla después de la COVID-19, mostrando en sujetos hipoacúsicos disminución de la concentración y alteraciones de memoria, así como progresión de la hipoacusia, mas no en aquellos que han sido diagnosticados con TPAC9.
El procesamiento auditivo aentral (PAC) es el procesamiento perceptual de la información auditiva en el sistema nervioso auditivo central (SNAC) y la actividad neurobiológica que subyace en este proceso, da lugar a potenciales electrofisiológicos auditivos. El TPAC, se refiere a déficits en el procesamiento neural de la información auditiva en el SNAC que no se deben a alteración de lenguaje o cognición de orden superior, demostrable por un pobre desempeño en una o más de las siguientes habilidades: discriminación auditiva, procesamiento temporal (reconocimiento de patrones auditivos, aspectos temporales de la audición [integración temporal, resolución temporal como detección temporal del gap, ordenamiento temporal, enmascaramiento temporal]), procesamiento binaural (localización y lateralización del sonido, desempeño auditivo con señales acústicas competitivas o degradadas)10.
Para evaluar la concentración, memoria y atención existen diversas pruebas de cribado, como el Test Cognoscitivo Breve, que ha sido utilizado para detectar personas con demencia11. Asimismo, hay alternativas para medir la memoria, como el test VISMEM-PLAN, la Escala de memoria Whechsler-IV y el Test de nombres de Boston, entre otras. En el presente estudio se utilizó el Neuropsi Atención y Memoria, instrumento de screening neuropsicológico que permite valorar procesos cognitivos en pacientes psiquiátricos y neurológicos, que evalúa en ocho subescalas:
- Orientación: preguntas que permiten establecer la orientación respecto a tiempo, lugar y persona.
- Atención y activación: detección dígitos progresión, cubos progresión detección visual, resta mental, retención dígitos progresión, cubos progresión, curva de memoria.
- Memoria-codificación: curva de memoria verbal espontánea, copia de figura semicompleja de Rey.
- Funciones de evocación: evocación de información verbal, evocación espontánea, por claves, por reconocimiento, evocación de la figura semicompleja de Rey.
- Lenguaje (oral y escrito): prueba de denominación, repetición, comprensión, fluidez semántica y fonológica, lectura y escritura.
- Funciones ejecutivas: conceptual y motora. Conceptual incluye semejanzas, cálculo y secuenciación. Motora, conformada por cambios de posición de la mano, movimientos alternos de las dos manos y reacciones opuestas.
El puntaje total del test es de 130 puntos y las categorías cualitativas de valoración final son: normal, alteración leve, moderada y grave.
La administración de la prueba dura entre 25 y 30 minutos aproximadamente y ha sido desarrollada y estandarizada en México12,13.
El objetivo de este estudio ha sido evaluar la concentración, memoria y atención en sujetos sin hipoacusia pero con TPAC post-COVID-19 y compararlo con sujetos en las mismas condiciones pero sin antecedentes de haber presentado COVID.
Método
Estudio trasversal, comparativo, no experimental, en sujetos adultos de ambos sexos con diagnóstico de TPAC confirmado por clínica y evaluaciones psicoacústicas, de los que se conformaron dos grupos, uno sin antecedentes de haber presentado COVID-19 llamado control y otro con antecedente de infección por SARS-CoV-2, mínimo un mes antes de su evaluación, confirmada la infección por medio de la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o prueba de antígeno. Se obtuvo la aprobación del Comité de investigación con registro número 251/21, así como la firma del consentimiento informado por parte de los participantes. El análisis estadístico utilizado fue la estadística descriptiva y las comparaciones con chi cuadrada (χ2) y U de Mann-Whitney, con el paquete estadístico SPSS V.19.
Resultados
Se estudiaron dos grupos de 10 sujetos cada uno, ambos con TPAC, uno con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 denominado casos y otro sin antecedentes de infección por SARS-CoV-2 denominado control, el promedio de edad del primero fue 38.4 ± 9.87 y del segundo 44.2 ± 13.63, predominando en ambos los sujetos de sexo femenino. El grado máximo de estudios fue licenciatura y posgrado para el primero y licenciatura para el segundo, la mayoría de los participantes de ambos grupos sin comorbilidades.
El grupo de casos confirmo la infección por SARS-CoV-2 por medio de PCR en tres sujetos y por antígeno el resto. De los 15 síntomas presentados durante el cuadro infeccioso, seis fueron los más frecuentes, en orden decreciente: rinorrea, odinofagia, mialgias, fiebre y cefalea. El tiempo transcurrido después de la infección al momento de la evaluación fue en cinco sujetos de tres a siete meses (Tabla 1).
Tabla 1. Perfil sociodemográfico y otros antecedentes de los grupos participantes
Variable | Valores | Casos | Controles |
---|---|---|---|
Sexo | Femenino | 9 (90%) | 8 (80%) |
Masculino | 1 (10%) | 2 (20%) | |
Edad | Mín/máx | 27/60 | 28/59 |
Promedio/DE | 38.4 ± 9.87 | 44.2 ± 13.63 | |
Escolaridad | Primaria | 1 (10%) | 0 (0%) |
Secundaria | 0 (0%) | 3 (30%) | |
Bachillerato | 1 (10%) | 1 (10%) | |
Licenciatura | 4 (40%) | 6 (60%) | |
Posgrado | 4 (40%) | 0 (0%) | |
Comorbilidades | Ninguna | 6 (60%) | 9 (90%) |
Rinitis + dermatitis | 1 (10%) | 0 (0%) | |
Hipotiroidismo | 1 (10%) | 0 (0%) | |
Depresión/ansiedad | 1 (10%) | 1 (10%) | |
Asma | 1 (10%) | 0 (0%) | |
Método de confirmación de COVID-19 | PCR | 4 (40%) | 0 (0%) |
Antígenos | 6 (60%) | 0 (0%) | |
Tiempo trascurrido de la infección al momento del estudio | 3 a 7 meses | 5 (50%) | 0 (0%) |
7 a 11 meses | 4 (40%) | 0 (0%) | |
9 a 12 meses | 1 (10%) | 0 (0%) | |
DE: desviación estándar. |
A ambos grupos participantes se les realizaron pruebas auditivas, pruebas de procesamiento auditivo central y potenciales evocados auditivos de tallo cerebral cuyos resultados determinaron un TPAC, sus resultados se compararon y tanto el umbral en dB a 1 kHz oído derecho, la latencia de onda III oído derecho y la latencia de la onda V del oído izquierdo obtuvieron diferencias significativas (Tabla 2).
Tabla 2. Resultados comparativos con la t de Student para muestras independientes de casos y controles, de las pruebas de audición, procesamiento auditivo central y potenciales evocados de tallo cerebral
Tipo de estudio | Pruebas | Prueba de Levene para igualdad de varianzas | Intervalo de confianza del 95% para la diferencia | Prueba t para la igualdad de medias | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
F | Sig. | Diferencia de medias | Error típ. de la diferencia | Inferior | Superior | *Sig. (bilateral) | ||
Audición | Umbral en dB a 1 kHz oído derecho | 0.023 | 0.882 | –6.5 | 2.267 | –11.263 | –1.737 | 0.01* |
Dígitos dicóticos oído derecho | 0.608 | 0.446 | 10.34 | 10.73873 | –12.22123 | 32.90123 | 0.348 | |
Dígitos dicóticos oído izquierdo | 2.638 | 0.122 | –9.01 | 9.2361 | –28.41433 | 10.39433 | 0.342 | |
Pruebas de procesamiento auditivo central | Dígitos dicóticos Mixto | 0.003 | 0.957 | 1.66 | 6.58778 | –12.18042 | 15.50042 | 0.804 |
Palabra filtrada oído derecho | 2.258 | 0.15 | 3.6 | 5.47317 | –7.8987 | 15.0987 | 0.519 | |
Palabra filtrada oído izquierdo | 0.042 | 0.841 | 3.2 | 4.67238 | –6.6163 | 13.0163 | 0.502 | |
Palabra comprimida oído izquierdo | 0.845 | 0.37 | 4 | 3.47179 | –3.29396 | 11.29396 | 0.264 | |
Palabra en ruido oído derecho | 1.446 | 0.245 | 4.8 | 3.97772 | –3.55687 | 13.15687 | 0.243 | |
Palabra en ruido oído izquierdo | 3.497 | 0.078 | 1.6 | 7.54483 | –14.2511 | 17.4511 | 0.834 | |
Potenciales evocados auditivos de tallo cerebral | Latencia onda III oído derecho | 6.003 | 0.025 | –0.346 | 0.13799 | –0.63592 | –0.05608 | 0.022* |
Latencia onda III oído izquierdo | 0.004 | 0.951 | –0.255 | 0.12513 | –0.5179 | 0.0079 | 0.057 | |
Latencia onda V oído izquierdo | 5.998 | 0.025 | –0.468 | 0.1728 | –0.83104 | –0.10496 | 0.014* | |
* Significancia → p < 0.05. |
Se comparó el número de aciertos de los ítems de las subescalas y los totales de la prueba Neuropsi de ambos grupos y no se encontraron diferencias significativas en ninguno (Tabla 3).
Tabla 3. Comparación entre casos y controles de los resultados en porcentaje de las subescalas de la prueba Neuropsi y sus totales
Subescalas de la prueba Neuropsi | Tareas evaluadas en cada subescala | U de Mann-Whitney | Sig. asintót. (bilateral) |
---|---|---|---|
Orientación | Tiempo, espacio y persona | 50 | 1.000 |
Atención y concentración | Retención de dígitos | 44 | 0.549 |
Cubos progresión | 29.5 | 0.053 | |
Detección visual | 32 | 0.118 | |
Detección dígitos total | 49.5 | 0.942 | |
Series sucesivas | 45 | 0.661 | |
Trabajo | Retención de dígitos | 45 | 0.317 |
Cubos regresión | 31 | 0.090 | |
Codificación | Curva memoria | 44 | 0.549 |
Pares asociados | 43.5 | 0.562 | |
Memoria lógica historias | 49 | 0.914 | |
Figuras semiincompletas | 47 | 0.765 | |
Caras | 50 | 1.000 | |
Evocación | Memoria verbal espontánea | 50 | 1.000 |
Memoria verbal claves | 39.5 | 0.326 | |
Memoria verbal reconocimiento | 40 | 0.147 | |
Pares asociados | 45.5 | 0.654 | |
Memoria lógica promedio historias | 45 | 0.317 | |
Figura semicompleja | 49 | 0.914 | |
Reconocimiento de caras total | 45 | 0.317 | |
Funciones ejecutivas | Formación de categorías | 45.5 | 0.674 |
Fluidez semántica total | 40 | 0.342 | |
Fluidez fonológica total | 40 | 0.146 | |
Fluidez no verbal total | 44.5 | 0.503 | |
Funciones motoras total | 44.5 | 0.584 | |
Stroop tiempo interferencia | 40 | 0.374 | |
Stroop aciertos interferencia | 50 | 1.000 | |
Totales | Total atención y funciones ejecutivas | 35 | 0.208 |
Total memoria | 39 | 0.255 | |
Total atención y memoria | 38 | 0.260 |
De acuerdo con la prueba de Sturges se obtuvieron tres intervalos de clase de la variable edad y se compararon los resultados de los ítems del Neuropsi considerando los valores de su interpretación que son: normal, normal alto, déficit leve a moderado y déficit grave, obteniéndose para los casos diferencias significativas en detección visual de la subescala atención y concentración con un mayor número de sujetos con deficiencia en el grupo de edad entre 31 y 50 años y para los controles, hubo diferencias significativas en series sucesivas de atención y concentración y curva de volumen de memoria en la subescala codificación, como se observa en la tabla 4.
Tabla 4. Diferencias significativas entre los intervalos de clase de la edad y los ítems de dos subescalas del test Neuropsi de los grupos participantes
Subescala | Ítems | Casos | Controles | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Por grupos de edad | Normal | Normal alto | Déficit leve a moderado | Severo | Valor de p | Normal | Normal alto | Déficit leve a moderado | Severo | Valor de p | ||
Atención y concentración | Detección visual | 16 a 30 años | 3 | 0 | 0 | 0 | 0.009* | 3 | 0 | 0 | 0 | 0.512 |
31 a 50 años | 0 | 5 | 1 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | ||||
31 a 65 | 1 | 0 | 0 | 0 | 3 | 1 | 1 | 0 | ||||
Series sucesivas | 16 a 30 años | 2 | 0 | 1 | 0 | 0.422 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0.015* | |
31 a 50 años | 3 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 | 2 | 0 | ||||
31 a 65 | 0 | 0 | 1 | 0 | 4 | 0 | 1 | 0 | ||||
Codificación | Curva memoria volumen | 16 a 30 años | 2 | 1 | 0 | 0 | 0.771 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0.007* |
31 a 50 años | 4 | 1 | 1 | 0 | 0 | 2 | 0 | 0 | ||||
31 a 65 | 1 | 0 | 0 | 0 | 5 | 0 | 0 | 0 | ||||
* Significancia → p < 0.05. |
Asimismo se dividieron en cuatro intervalos de clase los sujetos participantes de ambos grupos de acuerdo con el número de años de escolaridad y se compararon con los resultados cualitativos de la prueba Neuropsi, obteniéndose diferencias significativas para el grupo de casos en un ítem de la subescala atención y concentración, otro en codificación relacionado con la memoria y otro en funciones ejecutivas con un mayor número de sujetos con déficit leve a moderado en aquellos con 17 y más años de escolaridad; y para el grupo control hubo diferencias en tres ítems de la subescalas codificación y evocación del área de memoria y uno relacionado con las funciones ejecutivas. En ambos grupos se mostró que a mayor número de años estudiados, más sujetos con resultados normales (Tabla 5).
Tabla 5. Diferencias significativas en los ítems de las tres subescalas del test Neuropsi en los dos grupos participantes de acuerdo con su escolaridad por número de años estudiado
Subescala | Ítems | Grupos por años de escolaridad | Normal | Normal alto | Déficit leve a moderado | Severo | Valor de p | Normal | Normal alto | Déficit leve a moderado | Severo | Valor de p |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Atención y concentración | Cubos progresión | 0 a 7 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0.027* | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.69 |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 1 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | ||||
17 y más | 4 | 4 | 0 | 0 | 5 | 1 | 0 | 0 | ||||
Memoria Codificación |
Figuras semiincompletas | 0 a 7 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0.040* | 3 | 0 | 0 | 0 | 0.306 |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 0 | 0 | 1 | 0 | 4 | 0 | 0 | 2 | ||||
17 y más | 7 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
Codificación caras | 0 a 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0.789 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.039* | |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | ||||
17 y más | 7 | 0 | 0 | 1 | 6 | 0 | 0 | 0 | ||||
Evocación |
Memoria verbal espontánea | 0 a 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0.908 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.031* |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | ||||
17 y más | 6 | 1 | 1 | 0 | 5 | 1 | 0 | 0 | ||||
Memoria verbal claves | 0 a 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0.883 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.031* | |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | ||||
17 y más | 4 | 2 | 1 | 1 | 5 | 1 | 0 | 0 | ||||
Funciones ejecutivas |
Funciones motoras | 0 a 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0.035* | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.470 |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 1 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | ||||
17 y más | 6 | 0 | 2 | 0 | 5 | 0 | 0 | 1 | ||||
Stroop tiempo interferencia | 0 a 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0.442 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.044* | |
8 a 13 años | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | 0 | ||||
14 a 16 años | 1 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | ||||
17 y más | 5 | 3 | 0 | 0 | 4 | 2 | 0 | 0 | ||||
* Significancia → p < 0.05. |
Finalmente también se dividieron en tres intervalos de clase los sujetos del grupo de casos de acuerdo con el número de meses que tenían después de haber padecido COVID-19, las diferencias significativas se encontraron en un ítem de la subescala atención y concentración y tres de las subescalas codificación y evocación relacionadas con la memoria; los resultados de déficit leve a moderado y grave se encontraron en los sujetos que tenían más tiempo de haber enfermado (Tabla 6).
Tabla 6. Diferencias significativas en ítems de dos subescalas del Test Neuropsi de acuerdo con número de meses posterior a presentar COVID-19
Subescala | Ítems | Intervalo de clases en meses, post-COVID | Normal | Normal alto | Déficit leve a moderado | Grave | Valor de p | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Atención y concentración | Detección dígitos | De 3 a 7 meses | 5 | 0 | 0 | 0 | 0.039* | |
De 7 a 11 meses | 4 | 0 | 0 | 0 | ||||
De 11 a 16 meses | 0 | 0 | 0 | 1 | ||||
Memoria | Codificación | Caras | De 3 a 7 meses | 5 | 0 | 0 | 0 | 0.039* |
De 7 a 11 meses | 4 | 0 | 0 | 0 | ||||
De 11 a 16 meses | 0 | 0 | 0 | 1 | ||||
Evocación | Memoria lógica promedio historias | De 3 a 7 meses | 5 | 0 | 0 | 0 | 0.039* | |
De 7 a 11 meses | 4 | 0 | 0 | 0 | ||||
De 11 a 16 meses | 1 | 0 | 0 | 0 | ||||
Reconocimiento de caras total | De 3 a 7 meses | 5 | 0 | 0 | 0 | 0.039* | ||
De 7 a 11 meses | 4 | 0 | 0 | 0 | ||||
De 11 a 16 meses | 0 | 0 | 1 | 0 | ||||
* Significancia → p < 0.05. |
Discusión
La recuperación después de la infección por SARS-CoV-2 es ampliamente variable, mientras algunas personas se recuperan rápidamente, otras experimentan síntomas persistentes a largo plazo o desarrollan nuevos síntomas después de la fase aguda de la infección, como fatiga, falta de concentración, problemas de atención o memoria14, pues se ha demostrado que este virus puede causar más del 10% de long-COVID con cambios patológicos cerebrales15. Es objetivo del presente estudio buscar diferencias entre sujetos con TPAC con y sin antecedentes de haber sufrido COVID-19, dentro de los resultados generales no se encontraron diferencias significativas en ninguno de los ítems del test Neuropsi, a pesar de que los sujetos participantes en su mayoría fueron de sexo femenino, que es una variable considerada factor de riesgo para presentar COVID prolongada y alteraciones en la concentración, atención y memoria16. Esto podría deberse al tamaño de la muestra estudiada, pues en muestras más amplias se han identificado problemas de memoria en sujetos con COVID leve hasta del 36.9% y que a pesar de que la recuperación de síntomas es muy variable algunos sujetos desarrollan síntomas persistentes a largo plazo o desarrollan nuevos síntomas después de la fase aguda de la infección, como fatiga, falta de concentración, problemas de atención o memoria, como se pudo identificar en este estudio donde hubo más casos de resultados de déficit leve a grave en sujetos con mayor tiempo de haber padecido COVID-19 entre 11 a 16 meses.
Aun cuando son pocos los reportes en la literatura donde se ha estudiado el TPAC y el impacto de la COVID, estos se han conducido a evaluar la inteligibilidad del habla, sin embargo han mostrado además una disminución de la concentración y alteraciones de la memoria10,11, así como de la atención17.
En este estudio se revisaron las condiciones de los sujetos participantes en ambos grupos relacionadas con sus antecedentes sociodemográficos, la mayoría de sexo femenino, todos de edad adulta, la mayoría con escolaridad superior y sin comorbilidades con un periodo de 6 a 12 meses de haber presentado COVID-19 cumpliendo los criterios de inclusión del presente estudio, así como los criterios para presentar TPAC12 con diferencias significativas el umbral en dB a 1 kHz oído derecho, latencia onda III oído derecho y latencia de la onda V del oído izquierdo, las cuales no contradicen los criterios para el diagnóstico de este trastorno.
Reagrupando los datos por intervalos de clase relacionados con la edad, la escolaridad según el número de años estudiados y el tiempo transcurrido después de presentar COVID-19 se encontraron diferencias significativas entre ellos y algunos ítems de la prueba Neuropsi. Con la edad, la detección visual del área de atención y concentración. Con los años de escolaridad: cubos progresivos de atención y concentración y figura semiincompleta de codificación (memoria no verbal). Por tiempo trascurrido post-COVID-19: detección de dígitos de atención y concentración. Y reconocimiento de caras y memoria lógica relacionadas con la codificación y evocación de memoria, coincidiendo con los pocos reportes publicados sobre sujetos con TPAC y COVID.
Además de coincidir con lo publicado en relación con que son los sujetos de sexo femenino más afectados en su atención, concentración y memoria post-COVID-19 en este estudio encontramos que la edad con mayor afección fue en el grupo entre 31 y 50 años edad en que hay más factores de riesgo para enfermar y complicarse. En los años de escolaridad: mayor número de sujetos con déficit leve a moderado a mayor número de años estudiados (17 a más), debido tal vez a que en el posgrado hay un mayor manejo de información, así como más necesidad de atención, concentración y memoria y su disminución suele ser más evidente; y con respecto al tiempo transcurrido post-COVID, mas afección en aquellos con 11 a 16 meses, relacionado con la long-COVID, donde hay persistencia de síntomas durante más de 12 meses10.
Conclusiones
No se obtuvieron diferencias significativas de las áreas cognoscitivas de la prueba neuropsicológica breve en español Neuropsi comparando los resultados entre casos y controles.
Se obtuvieron diferencias significativas al comparar los intervalos de clases relacionados con la edad, el número de años estudiados y el tiempo transcurrido desde que se infectaron con SARS-CoV-2, estas diferencias se relacionan con algunos ítems de las areas de atención y concentración y de memoria y se encontró mayor afectación en el grupo de edad entre 31 y 50 años: en los que tuvieron 17 y más años de estudio y los que presentaron 11 a 16 meses post-COVID-19
Se requiere aumentar el tamaño de la muestra para corroborar los hallazgos relacionados con el grupo de edad, los años de escolaridad estudiados y el tiempo transcurrido desde que se presentó la infección por SARS-CoV-2.
Financiamiento
Los autores declaran no haber recibido financiamiento para este estudio.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido la aprobación del Comité de Ética para el análisis y publicación de datos clínicos obtenidos de forma rutinaria. El consentimiento informado de los pacientes fue requerido por tratarse de un estudio de riesgo menor al mínimo
Uso de inteligencia artificial para generar textos. Los autores declaran que no han utilizado ningún tipo de inteligencia artificial generativa en la redacción de este manuscrito ni para la creación de figuras, gráficos, tablas o sus correspondientes pies o leyendas.